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#Heroínas

Aciñeira.

Volvimos. Con tristeza dejamos atrás El Pinar. El camino fue largo y qué dificil se nos hizo por momentos continuar. Pero cuando encontramos un lugar en el Campo Charro, una encina nos sostuvo. Aún cuando en el invierno la nieve tronchaba sus ramas. Aún cuando el rayo le alcanzó y partió su tronco. Ahora que "la seca" amenaza nuestro campo y el dolor se refleja en su corteza, ella rasgada sigue firme y no descae. Nos enseña a continuar con esperanza y luchar por los días que vendrán. Se acaba octubre y las bellotas pronto caerán. Una milana nos mira sobre su rama.

El viaje.

Imagen
Recuerdo aquel día en esa cafetería de Lavapiés cuando ella cambió mi modo de ver la vida. Han pasado varios años, pero aún tengo la imagen de aquellos grandes ojos que lloraban contando su historia. El día que nos conocimos yo repasaba unas fotografías de mi viaje a Bath, preparaba un reportaje sobre Jane Austen p ara una revista . —  Bonitas fotografías  —  Dijo alguien por encima de mi hombro. —  Gracias  —  Respondí a una chica de unos 14 años. — ¿Llueve mucho en ese lugar? En mi país llueve tan intensamente... —  Sujetaba un café en las manos y su mirada se quedó perdida, como el que mira el mar esperando que vuelva alguien querido. —  Parece que lo eches de menos. ¿Cómo te llamas?  —  Le hice un gesto por si quería sentarse.  — Yo soy Laura. —  Yo soy Seshat. Seshat era de Guinea y tenía mirada ávida de ternura. Había llegado hacía unos meses a Madrid y vivía con su tía. Se sentía muy sola y me dijo que apenas podía dormir. Yo le conté que era escritora, que so